APAGÓN

Qué es el euro digital y cómo podría haber ayudado durante el apagón

El Banco Central Europeo (BCE) lleva tiempo estudiando esta medida y prevé implementarla a finales de 2026 o principios de 2027. No necesita cobertura ni va conectado a internet.

Nerea Pardillo

Madrid |

Monedas de euro amontonadas
Monedas de euro amontonadas | Freepik

El apagón que sufrió España el pasado 28 de abril quedará marcado en la historia por varios motivos: por ser la primera vez en la historia que todo el país se queda, a la vez, sin luz, y por demostrar la dependencia hacia algo tan básico como la electricidad. Como dice el refranero español, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.

Durante las 10 horas que España estuvo sin luz, muchas personas no pudieron hacer algo tan básico como la compra, ya que el dinero en efectivo ha dejado paso a las tarjetas de crédito y a los pagos con el móvil. Si bien, en una situación extraordinaria como la del 28 de abril en la que la cobertura y el internet tampoco funcionaban, solo quedaba la vieja confiable: el dinero en efectivo.

Es cierto que el pago con billetes y monedas ha experimentado una reducción en los últimos años -en 2024 según el estudio 'Hábitos de pago de los consumidores de la eurozona' elaborado por el Banco Central Europeo (BCE) el porcentaje de pagos en metálico era del 52%, un siete por ciento menos que en 2022-, pero el 28 de abril demostró que el dinero en efectivo no puede morir.

No estará conectado a internet ni tendrá comisiones

Aun así, la Unión Europea y el BCE llevan años desarrollando una nueva forma de pago llamada euro digital. Su funcionalidad, según el propio organismo europeo, será la misma que el dinero en efectivo. Es decir, un euro digital sería igual que un euro físico, y no tendría alteraciones como ocurre con el bitcoin.

Podrá utilizarse en cualquier establecimiento de Europa y el objetivo es que se hagan todo tipo de operaciones, desde compras en tiendas a pagos en el transporte o pagos entre particulares. "Al igual que los billetes y las monedas, un euro digital sería un bien público, lo que significa que todos los ciudadanos de la zona del euro podrían pagar con euros digitales de forma gratuita", explica el BCE.

Además, no estaría conectado a internet ni dependería de la cobertura, por lo que en situaciones de extrema necesidad seguiría operativo. Si el euro digital hubiera estado implementado ya, más de una persona se habría salvado durante el apagón.

Tampoco dependerá de la tecnología blockchain, que implica que cuando se haga una transacción, alguien tiene que validarla, por lo que sería muy difícil hacer pequeñas operaciones de dinero, ni tendrá comisiones.

Desventajas del euro digital

Sin embargo, todavía quedan muchos aspectos que resolver. La UE y el BCE pretenden implantarlo a finales de 2026 o principios de 2027, pero de lo que se conoce, los expertos plantean dudas.

  • El euro digital vulnera la privacidad y la libertad: en principio las cuentas estarán encriptadas y la idea es que sea anónimo, si bien el BCE es quien emite ese dinero por lo que tendrá capacidad para registrar cualquier información
  • Ciberataques: otro de los peligros es la posibilidad de que el sistema donde se almacenen sufra un ataque cibernético. Aunque el Banco de Pagos Internacionales ha iniciado el 'Proyecto Polaris', para ayudar a los bancos centrales instalen sistemas de Central Bank Digital Currency -Moneda Digital del Banco Central- seguros "para mitigar los riesgos operativos".
  • Hackeos: el BCE deberá desarrollar un sistema para evitar que los hackers accedan a las cuentas donde se encuentre ese dinero.

José Luis Escrivá, el presidente del Banco Central de España ya explicó que se trata de un proyecto "de gran complejidad" y que consta de cinco fases. Ahora mismo el BCE está en la tercera que es la previa a la fase de implementación.

Con el euro digital, el BCE calcula de que cada 10 euros digitales que se emitan, cinco serán retirados de la circulación, mientras que los depósitos bancarios perderán tres. Estados Unidos y China ya están impulsando el desarrollo de monedas digitales, por eso Bruselas no quiere quedarse atrás.

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