En los años 60, un joven de Verín (Ourense), Roberto Mariño Fernández, se fue a París a estudiar Bellas Artes. Tras diseñar varias colecciones de ropa para Billy Bonny, volvió a su tierra con el objetivo de desarrollar la firma francesa en España.
Así, en 1982, este gallego creó su primera colección bajo la marca Roberto Verino, nombre con el que le conocemos desde entonces. Un año después abre su primera tienda en París convirtiéndose así en el primer diseñador español desde Balenciaga en tener un establecimiento en la capital francesa.
Desde entonces Roberto Verino se ha convertido en un referente de la moda femenina y es sinónimo de excelencia, de calidad, de elegancia, pero que también apuesta por la innovación tras 40 años de historia de la marca.
Y es que este año el estilo Verino ha aterrizado en el metaverso de la mano del nieto del diseñador que hace unas semanas recibió el Premio Honorífico en Moda de Mallorca Design Day, que se suma a una larga lista de galardones entre los que están la Aguja de Oro o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
