El cuarteto, cada uno con una exitosa carrera en solitario, unió sus talentos para dar vida a este ambicioso proyecto en el que combinan su experiencia en la producción musical con una visión única y cinematográfica. Su música es un viaje sonoro que juega con el contraste entre la oscuridad y la luz, fusionando la euforia con la profundidad, siempre con un toque que invita a la reflexión y el movimiento.
Antes de lanzar su primer álbum, Imbermind ya ha lanzado seis adelantos: Thousand Miles, Godlike Man, Imbernation, Understand, Fading Lights y It Feels, temas que reflejan la intensidad y la emocionalidad que caracterizan su propuesta musical. En palabras de Edu Imbernón, “queremos hacer música que emocione, que tenga un componente cinematográfico, pero que también combine con intensidad, algo que puedas escuchar tanto en un festival como en un concierto”.
Imbermind no sigue los convencionalismos del género. Su música, resultado de la colaboración entre productores con diferentes orígenes musicales, refleja la riqueza de sus influencias, que abarcan desde la electrónica y el pop hasta el rock y más allá. En este sentido, su propuesta rompe barreras y crea algo único. “Cada uno viene de una parte diferente pero lo que nos une es un ADN musical común”, señala Luis Clemente.
El nombre Imbermind es una mezcla de los apellidos de Edu y Luis, “Imber” y “Mente”, lo que refleja el origen del proyecto: una idea que ha estado gestándose en la mente de Edu durante años. “Es algo que no sólo representa la parte musical, sino también la parte humana de nuestra colaboración”, explica Edu.