Rosario Raro es doctora en Filología Hispánica y dirige el aula de Escritura Creativa de la Universitat Jaume I de Castellón desde hace más de 20 años. Este año 2025 ha sido galardonada con el premio Azorín de novela por su libro 'La novia de la paz'. Otras novelas publicadas han sido Volver a Canfranc, La huella de una carta, Desaparecida en Siboney y El cielo sobre Canfranc.
La novela se divide en tres historias: La historia de la defensora de los derechos humanos y de la paz, Emily Hobhouse; la de dos amantes fugitivos, Shayla Orliens y Denys Olgivie; y la del indio Karamchand Gandhi. Al final todas confluyen en la novia de la paz, en Emily.
Las tres historias confluyen en La novia de la paz
La escritora confiesa que esta era una de las grandes sorpresas de la novela, y su objetivo era que se fuera desvelando poco.
El nombre de la novela: "la novia de la paz", se debe a que Emily además de ser una gran activista del pacifismo, tiene un monumento a las mujeres y los niños, que está vinculado a su vida en "le Bleue Fontaine", una de las tres capitales actuales de Sudáfrica. En él, ondea su velo de novia porque nunca se casó con ningún hombre, sino con todas las causas que consideró dignas de defensa.
Nunca se casó con ningún hombre, sino con todas las causas que consideró dignas de defensa
Cuenta que hay una historia que le da mucha ternura: "siempre que viajaba llevaba una maleta con un traje de novia, y de vez en cuándo lo sacaba para enseñarlo".
Siempre que viajaba llevaba una maleta con un traje de novia, y de vez en cuándo lo sacaba para enseñarlo
La intención de que toda historia terminase en esta figura, incluida la de Gandhi, se debe a que Rosario conoció de la existencia de Emily debido a una correspondencia entre el activista y Leon Tolstoi, en la que hablan de ella como "una de las personas que más le ayudó en su vida", además de ser una persona que le influyó en sus creencias.
Supe de la existencia de Emily debido a una correspondencia entre Gandhi y Leon Tolstoi, en la que hablan de ella
Además, Emily atravesó una situación por la que lamentablemente pasaron muchas mujeres de la época: estuvo 15 años encerrada en su casa cuidando de su padre enfermo. En ese transcurso, pudo informarse leyendo muchos ensayos pacifistas que formarían sus ideales, y con 35 años pudo "romper el corsé de la sociedad tan opresiva" de la época y hacer lo que realmente le gustaba sin importar la visión que tendrían de ella.
A los 35 años pudo romper el corsé de la sociedad tan opresiva en que vivía