Hoy, les saludamos desde Roma. Desde el estudio de radio de Onda Cero en el Vaticano, a unos pocos metros de la capilla Sixtina donde esta sobremesa empezará el encierro.
Desde Roma, con la chimenea de la Sixtina ya localizada para no apartar los ojos de ella en las próximas horas, o días, o semanas (yo qué sé) y decididos a llevarles el suspense, la intriga, la incertidumbre, la expectación, las tramas, las apuestas, las quinielas, las maniobras, los tapados y las falsas banderas. Es decir, el cónclave. Probablemente, el acontecimiento menos transparente de la Tierra. Probablemente, la votación asamblearia menos representativa que ha habido nunca, porque el cuerpo electoral lo forman ciento treinta y tres hombres que deben su condición de electores a la voluntad personalísima de otros hombres, ya difuntos.
El suspense, la intriga, la incertidumbre, la expectación, las tramas, las apuestas, las quinielas, las maniobras, los tapados y las falsas banderas. Es decir, el cónclave. Probablemente, el acontecimiento menos transparente de la Tierra
Hay cardenales de los cinco continentes, es verdad; de casi cien países, es verdad; pero los cardenales no representan ni a los países de donde proceden ni a los fieles de las diócesis de esos países. Los cardenales se representan a sí mismos. Votan ciento treinta y tres. Sólo cuando ochenta y nueve de ellos escriban el mismo nombre en la papeleta que han de rellenar a mano (y sin que se les reconozca la letra), saldrá humo blanco (humareda) de esa chimenea de quita y pon que los bomberos han instalado en el tejado de la capilla más fotografiada del mundo. (Más fotografiada por dentro, que es donde está su belleza, por fuera es un humilde techado de tejas a veinte metros de altura: el tubo largo de la chimenea, claro, es el de dentro).
Hay cardenales de los cinco continentes, es verdad; de casi cien países, es verdad; pero los cardenales no representan ni a los países de donde proceden ni a los fieles de las diócesis de esos países
Estamos ante el acontecimiento planetario que más se presta a que vaticanistas de temporadapresuman de conocer claves, secretos y confidencias que nadie más conoce. Se afirma con envidiable seguridad que será un cónclave corto o, tal vez, un cónclave muy largo. Corto viene a significar dos o tres días, que es la media de lo que han durado los anteriores (tampoco hay mucha ciencia en ello). Largo vendría a ser si siguiera la semana que viene, pongamos. No será el más corto de la historia —récord insuperable desde que elegido Julio II en sólo diez horas hace quinientos y pico años— y no será el más largo —récord también insuperable desde Viterbo y sus tres años de escrutinios fallidos, encerradas sus eminencias a pan y agua—.
Se afirma con envidiable seguridad que será un cónclave corto o, tal vez, un cónclave muy largo. Corto viene a significar dos o tres días, que es la media de lo que han durado los anteriores. Largo vendría a ser si siguiera la semana que viene.
De modo que, si es por la duración, éste será un cónclave corriente. En el que sale elegido Papa a la cuarta o la quinta un hombre mayor que continuará con la labor de sus antecesores, aportará su impronta personal, no se apartará de la doctrina católica sobre el sacerdocio, el celibato, el matrimonio, el aborto, la eutanasia y la educación religiosa e intentará que la institución reverdezca para que deje de perder practicantes y vocaciones.
No se apartará de la doctrina católica sobre el sacerdocio, el celibato, el matrimonio, el aborto, la eutanasia y la educación religiosa
Como sé que se lo están preguntando, les informo de que los cardenales están iniciando el día con sosiego en la residencia Santa Marta, que a las diez tienen que estar todos en la basílica para la misa por la elección del Papa (que se llama así, y es lo último no secreto que se vivirá hoy), que antes de las dos estarán almorzando y que terminada la siesta, que diría Cantizano, entrarán al Palacio Apostólico y se organizarán en la capilla Paulina para partir en procesión hasta la Sixtina. Y ahí jurarán respetar la ley (la ley del cónclave) y no dejarse influir por nadie. En torno a las cinco se escuchará el famoso ‘Todo el mundo fuera’, Extra Omnes, que pronuncia el maestro de ceremonias antes de quedarse fuera él mismo.
En torno a las cinco se escuchará el famoso ‘Todo el mundo fuera’, Extra Omnes, que pronuncia el maestro de ceremonias antes de quedarse fuera él mismo
Hoy no se espera Papa, ya les digo, pero sí habrá cardenales agraciados con alguno de los nueve puestos que se sortean sacando bolas de madera con sus nombres de una bolsa. Nueve puestos efímeros: tres escrutadores, tres enfermeros, tres revisores. Los que leen las papeletas, los que van a recoger el voto de los cardenales enfermos que no pudieran estar en la Sixtina y los que revisan el recuento. En fin, para más detalle sobre este procedimiento electoral genuino y las maniobras de distracción con candidatos fusibles —de las que los cardenales no pueden contar nada pero los Papas sí, y Francisco, que en paz descanse, contó algunas— les remito al programa de Jaime Cantizano esta tarde donde podremos, Por Fin, no anunciar nuevo Papa de momento. Eminencias, no se me despisten.
Hoy no se espera Papa, ya les digo, pero sí habrá cardenales agraciados con alguno de los nueve puestos que se sortean sacando bolas de madera con sus nombres de una bolsa
En España
Aquí, en el Vaticano, sólo se vota para esto y sólo votan los cardenales. Pero al menos, el resultado es vinculante. No como en la consulta teledirigida que ha organizado el gobierno para ponerle pegas a la Opa. La Opa del BBVA al Sabadell, sobre la que el gobierno invita a pronunciarse rellenando el formulario que han abierto en la web y en el que lo primero que se avisa es que todo lo que ahí se ponga puede ser difundido públicamente. Que es un poco de lo que se trata, de que asociaciones y organizaciones, patronales, pymes, sufridos consumidores entrampados, expongan lo mal que les viene que el BBVA se compre el Sabadell para poder difundirlo luego y proclamar que la sociedad civil siente su bienestar en riesgo por la Opa.
Aquí, en el Vaticano, sólo se vota para esto y sólo votan los cardenales. Pero al menos, el resultado es vinculante. No como en la consulta teledirigida que ha organizado el gobierno para ponerle pegas a la Opa
Entiendo que los primeros en rellenar el formulario habrán sido los presidentes del BBVA y del Sabadell, como directamente concernidos. Pregunta: ¿estará induciendo el gobierno, a través de personas interpuestas, a organizaciones y asociaciones para que se retraten?
Pregunta: ¿estará induciendo el gobierno, a través de personas interpuestas, a organizaciones y asociaciones para que se retraten?
El resultado de la consulta será el que Pedro Sánchez quiera. Que te pones hoy en la piel de uno de los trescientos cincuenta diputados que van a escuchar su disertación matutina sobre los riesgos que arrastra Europa y la bendición que supone para nuestra economía patria que los demás países nos hayan apretado para elevar el gasto público en Defensa hasta el 2% del PIB y dices: sobre la Opa, por lo menos consulta a alguien. Sobre el plan de rearme, sólo informa. Hoy a los diputados que nos representan a todos no pretende consultarles nada. Menos aún, negociar con ellos. Y todavía menos dejarles que voten, aunque sea alguna cosita, para sentirse útiles.
Sobre la Opa, por lo menos consulta a alguien. Sobre el plan de rearme, sólo informa. Hoy a los diputados que nos representan a todos no pretende consultarles nada. Menos aún, negociar con ellos
Esto ni se negocia, ni se consulta, ni se vota. Diez mil millones de euros que, como dice la vicepresidenta uno, se destinan a la Defensa pero no podrían haberse destinado en ningún caso a otra cosa. Y son tantos los beneficios que hoy detallará el presidente, en mejora de nuestra seguridad (ciberataques incluidos, y sabotajes de trenes si se tercia), en crecimiento de PIB, en desarrollo tecnológico, en creación de empleo, en felicidad, que lo primero que habrán de reprocharle los grupos parlamentarios al presidente es que haya tardado siete años en darse cuenta de la maravilla (entre las maravillas) que es disparar el gasto en seguridad.
Lo primero que habrán de reprocharle los grupos parlamentarios al presidente es que haya tardado siete años en darse cuenta de la maravilla (entre las maravillas) que es disparar el gasto en seguridad
Bendito sea el plan industrial y tecnológico para la Seguridad y la Defensa que ha aprobado el gobierno, Yolanda Díaz incluida por más que Sumar diga que hay que salirse de la Otan. Y bienaventurados sean aquellos que elevan al 2% del PIB su gasto militar porque en junio les estarán pidiendo que, en lugar de un dos, sea un 3%.
Bienaventurados sean aquellos que elevan al 2% del PIB su gasto militar porque en junio les estarán pidiendo que, en lugar de un dos, sea un 3%