La pasada madrugada del jueves el mar del Este en las dos Coreas (mar de Japón) ha sido impactado por numerosos misiles balísticos de corto alcance. Tal y cómo ha informado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano en torno a las 08:10 hora local, fueron lanzados por Corea del Norte.
Aunque no se han dado más detalles sobre el misil lanzado por Pionyang, este es el primer test balístico que realiza el país desde el pasado 10 de marzo —dos meses después— tras las maniobras militares entre de Corea del Sur y Estados Unidos, tras la incorporación de Donald Trump en la Casa Blanca. Este nuevo lanzamiento se ha llevado a cabo un día después de que Kim Jong-Un pidiera aumentar la producción de estos proyectiles con su creciente alineación con Moscú, a cuenta de la guerra en Ucrania (en la reconquista de partes de la región de Kursk), tal y cómo han informado los medios estatales norcoreanos.
El país asiático tiene completamente restringidos llevar a cabo programas de misiles balísticos cómo este (y nucleares), pero ha ignorado dichas prohibiciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Las resoluciones de la ONU de JPS, ante este suceso, no ha tardado en responder y comunica que "en preparación ante posibles lanzamientos adicionales, nuestras fuerzas han reforzado la vigilancia y las medidas de alerta, y están compartiendo estrechamente información relacionada con los aparentes misiles balísticos norcoreanos con las autoridades de Estados Unidos y Japón, manteniendo un estado de preparación total".