El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición inmediata de un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país que se distribuyan en el mercado estadounidense. La medida, comunicada a través de su red social Truth Social, busca, según el mandatario, “revitalizar la industria cinematográfica nacional”, que considera en “rápido declive” debido a los incentivos fiscales y ayudas que otros países ofrecen para atraer rodajes y estudios fuera de EE.UU.
Trump autorizó al Departamento de Comercio y a la Oficina del Representante Comercial, liderados por Howard Lutnick y Jamieson Greer, a implementar el gravamen de forma inmediata. En su mensaje, el presidente calificó la situación como un “esfuerzo conjunto de otras naciones” que, a su juicio, representa “una amenaza para la seguridad nacional” y un vehículo de “propaganda”. “¡Queremos cine hecho en Estados Unidos otra vez!”, proclamó el mandatario, quien no ofreció detalles sobre el mecanismo de aplicación del nuevo arancel ni aclaró si afectará a coproducciones internacionales.
Crece el enfrentamiento arancelario con China
La decisión se enmarca en la escalada de la guerra comercial impulsada por la administración Trump, que ya ha impuesto aranceles a decenas de países y ha provocado represalias, especialmente de China, el segundo mercado más importante para Hollywood. Analistas y exfuncionarios advierten que la medida podría desencadenar represalias internacionales y afectar gravemente a la industria estadounidense, que exporta una parte significativa de su producción cinematográfica.
La industria del cine en Estados Unidos, especialmente en California, ha experimentado una caída en la producción local en la última década, en parte debido a la competencia de países que ofrecen ventajas fiscales. Productores y expertos alertan sobre el posible impacto negativo de la medida tanto en la economía como en las relaciones comerciales y culturales de EE.UU.
El cine extranjero además es muy relevante en el país norteamericano, ya que obras como la brasileña 'Aún estoy aquí' o la francesa 'Emilia Pérez' estaban entre las nominadas a mejor película en la pasada edición de los premios Óscar.